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Devocional – Propiedad Exclusiva de Dios
Pasaje clave: Levítico 27.
Levíticos finaliza con un capítulo dedicado a las personas consagradas, los animales consagrados, las casas consagradas, las propiedades consagradas, los objetos y los diezmos consagrados a Dios. Cuando algo se consagra a Dios pertenece exclusivamente a Él. Es su propiedad. Y es declarado santo.
Si tú consagras tu vida completamente a Dios (haces un voto o una promesa de consagración), esto significa que en nada ni por nada puedes contaminarte, ensuciarte o mezclarte con cosas que deshonran a Dios. No significa que te vuelves “libre de todo pecado y nunca más pecarás”. Tampoco significa que pierdes la facultad de vivir, o pierdes la alegría y te encierras en la iglesia para olvidarte del mundo que te rodea y ser saaaaanto ¡No! Significa que tienes que cuidar y mantener tu santidad en el día a día. Mientras trabajas o estudias, mientras ves un partido de fútbol o escuchas música, estés en la iglesia o fuera de ella. Y si no te queda muy claro mira en los Evangelios el modelo de vida de Jesús, porque es el mismo modelo de consagración que tú y yo debemos seguir.
Si consagras a Dios, por ejemplo, tus ojos (miradas) diciéndole: “Señor, mis ojos y mis miradas de ahora en más están dedicadas a ti, para mirar lo que te honre y todo aquello que me edifique”; entonces ¡basta de pornografía! ¡Basta de películas o CD eróticos! ¡Basta de hentai o yaoi! ¡Basta de tener tus ojos pegados a la cola de todas las chicas (o de los chicos)!
Si tú consagras algún objeto (instrumento de trabajo, de música, TV, videograbadora, minicomponente, PC, auto, o lo que fuere) a Dios, ese objeto consagrado es para uso exclusivo de sus cosas santas, no lo mezcles con nada pecaminoso. Por ejemplo: Si consagras tu equipo de música y le dices a Dios: “Señor, este equipo de música que tú me permites tener, de ahora en más lo dedico a ti para un uso santo, para tú servicio”; no vuelvas a usarlo para escuchar música con contenidos que deshonran a Dios (”contenidos” dije, no estilos musicales), ni para grabar y vender CDs truchos. ¿Entiendes?
Si consagraste tu PC a Dios para usarla en distintos ministerios, (diseñando revistas, folletos, invitaciones, transcribiendo mensajes o estudios bíblicos, enviando e-mail, armando la pagina web de tu ministerio juvenil, etc.), entonces elimina del disco rígido los juegos satánicos que tengas (¿hace falta que te diga cuáles son?), no vuelvas a navegar por las páginas de sexo en Internet, deja de usar tu lectora o grabadora de CD para ver o reproducir contenidos sexuales, violentos o satánicos.
Piénsalo.
Si tu vida no está primeramente consagrada a Dios difícilmente puedas o quieras consagrar a Él otras cosas. No importa cuántas promesas o cuantas oraciones le hagas a Dios, sino te entregas real y completamente a Él todo lo que digas es sencillamente una mentira.
Extracto del libro: “Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: Éxodo/Levítico”
Por Edgardo Tosoni
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