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Reflexiones – Solo Para Ellas
Nunca te sientas abandonada ni dejada a un lado, porque Jesucristo te ha recibido y te ha aceptado. El te ha recogido y te ha adoptado hija del Padre. Nunca digas: “¿Para qué nací, para qué vivo o para qué estoy aquí?” Naciste porque tu Papá Celestial te deseo. Vives porque eres ALGUIEN para Él. Estás aquí para que otros descubran Su amor por medio tuyo.
Siéntete aceptada. Siéntete deseada. Eres parte del corazón de Dios.
Nunca sientas ni pienses que nadie te ama, porque aunque algunos puedan despreciarte o intentar lastimarte con sus palabras y actitudes y aunque otros no puedan darte todo el amor que tu corazón necesita; eres muy amada y muy querida por el Padre celestial. Amada con Su amor incondicional. Amada con Su amor que no cambia. Amada con Su amor que no abandona. Amada con Su amor que no engaña ni traiciona. Eres amada cuando estás bien y eres amada cuando te sientes mal. Eres amada cuando tienes éxitos y eres amada cuando fracasas. Eres amada en tus mejores días y eres amada en tus peores momentos. Cuando tienes fuerzas y cuando estás en debilidad.
Eres amada por tu Papá celestial. Siéntete amada.
Nunca sientas miedo pensando que alguna maldad o que el mismo maligno pueda hacerte daño o pueda quitarte tu salvación eterna. Dios te puso en las manos de Jesucristo, y el Padre que es mayor que todos te tomó en sus propias manos. Nada ni nadie puede arrebatarte de estas manos. No existe infierno, ni demonios, ni diablo, ni muerte, ni enfermedad, ni dolor, ni cielo, ni tierra, que te puedan sacar de sus poderosas y tiernas manos. No tengas miedo. Tu Papá es más grande que todos y El jamás te soltará. Jamás permitirá que algún sucio demonio maltrate tu vida. Jamás podrás caerte de sus manos. No tengas miedo.
Siéntete segura en las manos de Papá.
Nunca te sientas menos que los demás. Nunca te digas a ti misma que eres menos linda, menos atractiva, menos inteligente, menos capaz, menos cariñosa, menos romántica, menos espiritual. Nunca te sientas la última, la olvidada. Nunca sientas que nadie piensa en ti. Tu Papá tiene pensamientos de bien y no de mal para ti. Él piensa y siente que eres linda, atractiva, inteligente, capaz, cariñosa, romántica y espiritual. (¡Y nosotros pensamos lo mismo que Él!). Él formó tu cuerpo, te dio sentimientos y puso en ti talentos y capacidades, ¿pudo haberse equivocado Aquel que jamás se equivoca? Él te pondrá en alto porque conociste su Nombre.
Siéntete hermosa y siéntete capaz porque la hermosura y la capacidad de Jesús están en tu corazón.
Nunca digas que es mala suerte lo que te ha tocado vivir. Sean sufrimientos o enfermedades, conflictos no buscados, pruebas no queridas o la pérdida de lo amado; todo proviene de la mano del Padre para tu bien, aunque ahora no lo puedas entender. Él está quebrando tus orgullos y egoísmos, te esta santificando y perfeccionando. Tu Papá te está formando a la imagen de su amado Hijo Jesús.
Por Edgardo Tosoni
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