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Devocional – Ni un Solo Ídolo
Pasaje clave: Deuteronomio 12:29 al 13:18.
Uno de los problemas más serios que tendría que enfrentar la nueva generación cuando entraran en la tierra prometida sería la idolatría. Por este motivo, Moisés les hace una advertencia muy clara…
¿Qué les dice? ¿Y por qué? (12:29 al 31).
Si eres un hijo de Dios eres parte de su pueblo santo. Eres la nueva generación. Escogido para ser santo (no amargado ni aburrido). No te contagies de la idolatría que te rodea ni de las “modas” de los que no creen en Jesús.
Ídolos, estampitas, muertos venerados, crucifijos, santos, tiras de ajo, Budas, cintas rojas, horóscopos, cartas astrales, Tarot, Yin-Yang, I Ching, pais y mais del Umbanda, parapsicólogos, curanderos, gitanos… ¡Todo esto es idolatría!
Carnavales, tatuajes, toples, las ofrendas de velas encendidas, sahumerios, flores a los muertos, espigas de trigo en las estampitas, etc., son “modas” idólatras de las naciones en que vivimos. ¡No te contamines!
Obsesionarte con el cuerpo, el dinero, el sexo, el alcohol, la música, o con algún programa de T.V, un equipo de fútbol, algún “rico y famoso”, un músico, una estrella del cine, un personaje del anime, es una actitud de idolatría. Estoy hablando de “obsesión”, no de admirar las habilidades o el talento de los famosos y pedirles un autógrafo o tener un póster. Sino de obsesionarte al punto que todo tu mundo termina girando alrededor del objeto de tu deseo: les dedicas tu mayor tiempo, tu mayor atención, tu mayor interés, tu fanatismo, tu dinero. Dios ya no es más el centro, dejó de ser lo primero y más importante. Y te acuerdas de Él únicamente en las reuniones de la iglesia.
Para los que no conocen al Dios vivo y poderoso, el ídolo muerto (o vivo) es lo más importante en sus vidas.
Pero, ¿y tú? ¿En qué o en quién crees cuando te sientes solo o cuando tienes algún problema?
¿En quien confías para desahogarte?
¿A quién o qué buscas primero de todo para que te ayude?
¿Hay ídolos en tu corazón? ¿O en tu carpeta del colegio? ¿O en tus cosas personales?
Confiésale a Jesús el pecado de idolatría, renuncia a esos ídolos. Mantén libre tu corazón para buscar primero a Dios.
Extracto del libro: “Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: Números/Deuteronomio”
Por Edgardo Tosoni
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